22 mayo, 2019
Actualmente se tiene la impresión de una escasez mundial de valores y ética, la comercialización y la mercadotecnia han puesto el énfasis en el valor del dinero, dejando de lado aquellos ligados al sentido humano.
Todos participamos de nuestro mundo, aún el ser más apático forma parte de este gran sistema globalizado, nadie queda afuera y por lo tanto todos ponemos nuestro “granito de arena”.
Desde hace varios años, se reconoce que la educación es el medio para lograr el “rescate de los valores”, sin embargo, no siempre se tiene la claridad de lo que se pretende. Quienes son docentes o quienes se encargan de la Gestión Educativa con un sentido humano, vierten sus esfuerzos en la persecución de aquellos valores que se están perdiendo en nuestra sociedad.
Es necesario conocer más de cerca qué son los valores, qué le da valor al ser humano y cómo puede influir por lo menos en su contexto inmediato; es aquí que, reflexionar alrededor del tema de los valores y la ética no se vuelve una moda, sino una necesidad actual.
No se puede tener ética sin valores, es por ello que en la vida cotidiana enfrentamos una realidad donde las reglas se encuentran “torcidas”, porque quienes se deben de encargar de fomentarlas no pueden seguirlas, sólo se puede buscar el cambio, si se logra sensibilizar lo suficiente a nuestras nuevas generaciones sobre el valor de los valores mismos, y de seguir nuestra vida profesional y laboral con toda la ética posible.
Hoy, tenemos un gran reto si pretendemos desarrollarnos como seres humanos en el sentido cálido de la humanidad, es necesario ese “rescate” de valores y quienes son docentes con valor, continuarán buscando las estrategias para lograr esa sensibilización necesaria en la formación de alumnos “más humanos”.
El autor es docente de la Maestría en Gestión Educativa de IUV Universidad Virtual.