23 mayo, 2018
Es evidente que la democracia no ha logrado reducir los altos índices de pobreza, desigualdad y empleo entre la población; factores que implican un desafío de la Administración Pública como alternativa gubernamental; por lo cual, resulta indispensable aprovechar las oportunidades que se presentan ante los servidores públicos para contribuir a su profesionalización.
Al parecer la idea de la democracia se ha incrementado gracias a la participación de los ciudadanos, quienes se han convertido en sus principales promotores; recordando a sus gobernantes la necesidad de ir transformando y mejorando el sistema político y económico para acceder a una mayor calidad de vida.
Sin embargo, en fechas recientes y ante el considerable aumento de terribles acontecimientos sociales y el generalizado descontento colectivo, se presenta el cuestionamiento sobre la operación de los mecanismos democráticos.
En efecto, ningún sistema democrático se puede fortalecer con múltiples carencias, organismos gubernamentales incapaces de administrar sus propios recursos, además de esquemas de subdesarrollo generados por el propio descuido de los representantes populares.
Lo anterior, es muestra de grandes desafíos para la Administración Pública, puesto que los servidores públicos deben poseer diversos conocimientos, habilidades y actitudes para ocuparse de las tareas gubernamentales. Así mismo, es indispensable desarrollar capacidades encaminadas al manejo de organizaciones, con el fin de rendir cuentas y ofrecer resultados tangibles. Todo ello sustentado en un compromiso con la ética profesional, la responsabilidad social, así como, los intereses públicos de las instituciones en donde se desempeñen.
Por lo tanto, la Administración Pública se puede entender como el gobierno en acción, como el ejercicio de la autoridad propia de todo Estado. Se refiere a organismos capaces de darle capacidad operativa, concreción y efectividad al gobierno, responsables de las acciones que manifiesten el interés popular.
En consecuencia, es necesario fortalecer la tarea de formar servidores públicos, basados en una moderna instrucción que conjugue el conocimiento administrativo de la función pública, el diseño teórico de la política económica y la formulación técnica de las decisiones y acciones públicas, conforme a criterios de eficacia, eficiencia y legalidad, estimulando de manera permanente el progreso de la economía en beneficio de la sociedad.
El autor es docente de la Maestría en Administración Pública de IUV Universidad Virtual.